Comenzamos la temporada también como la anterior, con 3 goles en La Rosaleda, solo que esta vez en contra.
La temporada pasada fue un gran comienzo con 3 goles al Atletico de Madrid, una gran victoria que luego no supimos darle continuidad en los posteriores partidos, aunque al final de temporada pudimos saber que el año estaba llamado al sufrimiento...y menudo sufrimiento, al final un milagro....un milagro que hizo que hoy estemos aquí para contar que el Valencia nos ha metido 3 goles y comenzamos la temporada con derrota.
El partido tuvo muchas cosas buenas por parte de nuestro equipo y en mi opinión se pudo decidir en la jugada de Quincy que le asiste a Rondón y sin saber cómo Cesar hizo una gran parada de mucho mérito...., ese era el 2-1 y seguro que el resultado hubiese sido otro.
Es verdad que el Valencia sigue siendo uno de los grandes y el Málaga supo plantar cara a un equipo de champion. La calidad de jugadores como Joaquin, Mata, Banega...decidieron el encuentro.
Como todo el mundo sabe el Málaga esta sufriendo un cambio bastante importante desde el cambio de propiedad este verano. Siempre tuvimos fe y confiamos en que la ciudad de Málaga tuviese un equipo para estar entre los grandes, ahora seguro que todavía queda mucho camino para llegar allí, pero pensamos en ello, es nuestro objetivo.
Desde la humildad que siempre caracterizó al equipo y desde la ilusión que seguimos manteniendo por ver al Málaga en Europa iremos poco a poco allanando el camino hacia exitos deportivos que Málaga nunca vivió.
Ahora toca seguir trabajando en la misma línea, seguir confiando en el proyecto y en la filosofía del nuevo entrenador, que ha venido aquí a capitanear el proyecto y llevarlo a buen puerto, gran experiencia tiene el mister y gran profesionalidad, todo una garantía.
Se respira un aire muy positivo por La Rosaleda.... Vienen tiempos para disfrutar...mucho.. Estoy seguro.
Antes de finalizar quiero agradecer a mi buen amigo Juan la cesión de estas dos fotografías para poder compartir con vosotros en éste mi blog.
Un saludo,
Vicente Valcarce