" El día que nació un reto"

Han pasado 8 años desde aquel 11 de febrero de 2001.

Nos encontrábamos en la Rosaleda. Eran las 17.00 h y teníamos ante nosotros un partido a priori muy interesante e importante.: Málaga-Mallorca.

Recuerdo aquel día como si fuese ayer. A pesar de encontrarnos en pleno febrero, el sol brillaba de manera intensa como venía siendo habitual en ésta, mi ciudad de adopción: Málaga. Brillaba tanto que al que era nuestro portero por aquella época, Rafa, le metieron esa tarde el gol más tonto de la liga: Un balón que venía alto y el sol le deslumbró así que no consiguió coger la pelota y …. GOL.

Pero no recuerdo esa tarde por esa jugada sino por la que me había preparado a mí el destino. Si no fuera por lo que sucedió, tal vez hubiera sido un partido más.

Con 25 años, me sentía ilusionado, feliz, me encontraba en un buen momento, lo que había hecho que ojeadores de grandes equipos se fijaran en mis cualidades como jugador. Sabía que tenía que aprovechar cada minuto, cada segundo y ese día tenía pensado hacerlo… pero entonces llego la terrible lesión, esa que ningún jugador desea: Rotura de ligamento cruzado y menisco interno. Lo peor es que fui yo mismo, y nada pude hacer por evitarlo. " Pase de los Santos, controlo, pego a puerta y al apoyar ….. bye bye ". Supe desde el primer momento que era algo grave.

Adiós temporada, adiós sueños y adiós a todas mis ilusiones. Sin embargo, lejos de venirme a bajo, me di cuenta de mi gran espíritu de superación. Fue, a partir de ese día y a raíz de esa lesión cuando me di cuenta de que la vida es “lucha” y “sacrificio” y que cuando uno se lo propone algo, todo, absolutamente todo, incluso los sueños más imposibles se puede llegar a alcanzar.

6 meses de dura rehabilitación, pero conseguí recuperarme y sentirme de nuevo futbolista. Era consciente de que ya nada sería como antes, pero no me lamenté, ni tampoco me puse a pensar en lo que podía haber sido y no fue, decidí aprovechar la segunda oportunidad que me daba la vida y disfrutar y saborear del fútbol a partir de ese momento.

Ahora, 8 años después, y habiendo colgado las botas, mi cuerpo me sigue pidiendo competir y me pide hacerlo a un alto nivel, la diferencia es que ahora debo hacerlo de manera individual, debo hacerlo contra mi mismo, y poniéndome metas que ni siquiera a día de hoy se si alcanzaré pero que me llevará a recorrer este camino tan largo para poder averiguarlo. Necesito saber cual es mi exigencia máxima y lo que mi mente puede llegar a soportar.

Hoy puedo decir que tengo un nuevo sueño, un sueño que se encuentra lejos de los terrenos de juegos, lejos de los aplausos del público, de la tensión de los vestuarios antes de un partido y de las lágrimas por una derrota o de las sonrisas después de un triunfo. Sueño con poder llegar a la meta, esa meta que veo todavía muy lejana pero que lucharé para poder alcanzarla. Sueño sencillamente con poder ser un “Ironman”, un “triatleta” y ahora ya he comenzado a dar esos primeros pasos y quiero compartirlos con vosotros.

Muchos creerán que estoy loco, otros tal vez piensen que no lo conseguiré, pero lo único que sé es que la vida es esfuerzo, el esfuerzo es sacrificio, y después del sacrificio llega la recompensa …. ¿Acaso porque mi vida como futbolista profesional haya finalizado ya no puedo ponerme a prueba y examinarme cada día?

Quiero finalizar con una frase que lo resume todo:

“ Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad "

¡¡Gracias por dejarme compartir éste, mi sueño, con vosotros!!

Vicente Valcarce